miércoles, 10 de octubre de 2007

LA AGRICULTURA DE LOS QUILLACINGAS

Los quillacingas practicaron la agricultura en forma organizada, ya que pudieron sostener una población muy numerosa, también son reconocidos por los trabajos en cerámica, piedra, alfarería, orfebrería y manufacturas. Por lo tanto se catalogan como Agro-Alfareros.

La densidad de la población está íntimamente relacionada con el adelanto tecnológico y económico. En este caso, el desarrollo agrícola y la división social del trabajo les permitió sustentar un elevado índice demográfico, si se tiene en cuenta que los tributarios contabilizados eran tan sólo los indios jefes de familia y se excluían caciques, ancianos mayores de sesenta años, mujeres y niños menores de catorce. La estructura social corresponde a las formas económicas dominantes. No existía propiedad privada sobre los medios de producción; en consecuencia no había clases sociales muy demarcadas. Sin embargo, la generación de un plusproducto logrado por la eficiencia de la agricultura, determinaba una creciente diferenciación social. Esta se advierte en las crónicas de los conquistadores y en la información arqueológica.

Tanto en la cerámica como en la lítica se observan personajes con tocados y cráneos deformados intencionalmente con fines de distinción. La calidad de las tumbas y de las ofrendas funerarias variaba de acuerdo a la importancia del personaje, lo que demuestra la existencia de jerarquías y rangos escalonados en la sociedad. El cacicazgo o señorío, como también suele denominarse, constituía una vía intermedia entre la tribu y la sociedad estatal. Ya que no se encontró un núcleo establecido de población con obras arquitectónicas importantes como depósitos, templos, mercados, etc., no se conocen con precisión las formas de acceder al poder, ya sea por orden personal o herencia, lo nos induce a suponer que la forma de cacicazgo aquí imperante estaba en proceso de formación y consolidación. Es probable que cada poblado estuviese dirigido por un cacique, con prerrogativas especiales y que un grupo minoritario compuesto por shamanes o jefes religiosos y guerreros distinguidos compartiesen con él algunos privilegios. No se ha determinado la existencia de un poblado que ejerza liderazgo político y económico sobre los demás, ni que hubiese una federación de tribus.